Una
Gruta Chamánica en el Cerro de Arequita
El día 2 de abril de
2015 hicimos una visita relámpago al Cerro de Arequita que es uno de los
símbolos del Departamento de Lavalleja, de Uruguay. Cerca de la ciudad de
Minas hacia el Norte se yergue una imponente mole de piedra, cercana a las
nacientes del río Santa Lucía grande. No era extraño que tuviera una pequeña
Gruta o cavidad a la que se accede pasando entre la pared resquebrajada y el
Cerro mismo que deja un desfiladero para permitir la entrada hacia abajo a
pocos metros luego de subir al lugar de acceso.
Poco pudimos ver pues
las luces en la base del entorno de la cueva alumbran el suelo y de tanto en
tanto la linterna del Profesor geólogo, señala con luz el lugar donde escurre
en una roca, el agua que destila desde el techo.
Hay dos rocas centrales
más cerca de una de las paredes como un
altar o lugar donde un maestro de ceremonias puede arengar a los circundantes,
la roca vecina está junto a la pared, el agua mínima de un charco que pasa
entre ellas y alguna pasada luminosa por el techo abovedado.
La idea central del
Profesor guía a grandes rasgos era que lo que ocurría adentro era igual a lo de
afuera, el macro suceso geológico se repetía en el micro mundo oscuro de su
interior y otro elemento subjetivo era que al apagar las luces los circundantes
se sentirían como dentro del vientre de la madre, la pacha mama y el único
orificio de salida era por donde entraba la luz apenas, que era el lugar de
nacimiento.
Que la piedra central
un poco sobre un costado era como un altar con su piedra vecina semejante a los
dos cerros de afuera, el Arequita y el cerro vecino, pero que sería usado por el Jefe, o el chamán subido detrás hasta emerger el torso y ver
a sus circundantes. Hermosa teoría explicativa de los fenómenos
psicogeológicos.
Sin embargo, el entorno
a explicar encaja en nuestra Teoría Mitológica, pues yo veía una cara por la
que caían las aguas lacrimosas que le lavaban la cara ovoide, como los cráneos
charrúas, para alimentar el Mito Chamánico y otras caras, una en el mismo
altar, humedecida por las lágrimas en actitud de hacer fuerza y otras caras
rituales en el techo. Sólo pequeños flashes tenues para encontrar repetido los
mitos panameños que ha descrito Levi Strauss respecto de aquellos cantos
literarios, que describen el mismo Mito ancestral y que se renuevan aquí y en
otros sitios chamánicos, con monstruos y figuras de piedra, para motivar a las
aborígenes parturientas, a obtener un parto sin dolor, donde la cultura
chamánica mitológica que se repite tanto afuera como adentro de la cueva,
donde los bajorrelieves de rocas grandes y una corriente de agua para los
servicios de la parturienta, que al entrar en trance febril, se le aporta o
genera el temor o el horror de los monstruos que se mueven con la luz del fuego
alumbrando el entorno.
Pero la magia del fuego
no la suple la linterna. Y la mujer encinta al principio no alcanza a definir
las caras, el mito que le muestra el Chamán y que el fuego define y hace mover
dándole vida. En el momento de mayor febrilidad, el trance intenso facilita el
alumbramiento.
El canto chamánico
panameño ilustra en verso los contenidos que Levi Strauss describe.
Aquí los monstruos de roca están
afuera coronando el cerro y adentro en la cueva con los ruidos que aumentan
y el terror se avecina, el fuego los define, los dilata, proyecta sombras, los seres mitológicos cobran vida y conforman las clínicas chamánicas donde se atienden las parturientas que paren sin dolor, en la Cueva de Arequita, en Chamangá junto a las cañadas, en las puntas del pantanoso de la Cruz, en un canto visible escrito, en piedra, armado, creado por la Mitología Chamánica y en muchos lugares del territorio uruguayo y de América, se repite el Mito, la Historia y los nacimientos.
y el terror se avecina, el fuego los define, los dilata, proyecta sombras, los seres mitológicos cobran vida y conforman las clínicas chamánicas donde se atienden las parturientas que paren sin dolor, en la Cueva de Arequita, en Chamangá junto a las cañadas, en las puntas del pantanoso de la Cruz, en un canto visible escrito, en piedra, armado, creado por la Mitología Chamánica y en muchos lugares del territorio uruguayo y de América, se repite el Mito, la Historia y los nacimientos.
Quizás pueda aportar
algo este fragmento del poema Oráculo, de Oquedales del Camino, Durazno y
Montevideo, 2000.
La oscuridad de la
gesta es una vida del Ser en la Ley irrevocable Y en la soledad de los ruidos
orgánicos ¡ Que hay un más allá de la placenta! el sabe
Y cruza el verso el puente de misterio /…