Convento de San Francisco en Santa Fé de la Vera Cruz
Convento de Santo Domingo de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz
Fundación de Santa Fe la Vieja y su traslado
Don Juan de
Garay,
Alguacil Mayor de la Provincia de Santa
Cruz de la Sierra, partiendo de Asunción del Paraguay con 89 hombres, de los
cuales 80 eran “mancebos de la tierra”
que venían en un bergantín y seis canoas, bajaron el Río Paraguay y surcaron
río abajo por el Río Paraná , trayendo por tierra un centenar de caballos,
yeguas y vacas, hasta un lugar junto al “Río
de los Quiloazas”, con el fin de fundar en un punto intermedio entre Buenos
Aires y Asunción, un puerto y una ciudad, en Junio de 1573, en nombre del Gobernador y el Rey Felipe V,
la cual quedó fundada el 15 de Noviembre de 1573, con el nombre de Santa Fé,
cumpliendo con el deseo de “abrir las
puertas de la Tierra”.
Ya en 1595 la religiosidad de los
pobladores motivó a los Cabildantes a escribir
al Padre Provincial Juan Romero a
fin de enviar religiosos jesuitas a Santa Fé.
Los Padres de la Compañía de Jesús
llegaron a Santa Fé en 1609 cumpliendo el pedido de los pobladores en carta
dirigida al Padre Provincial Diego
Torres, llegando el Padre Francisco
del Valle y el Hermano Juan de
Sigordia.
En 1610 comienza la construcción de
la Escuela y la Iglesia, fundándose la
Congregación Mariana en 1627.
En 1634 le solicitaron al Padre Pedro Helguera Rector del Colegio que
intercediera ante el Hermano Luis Berger,
que iba de viaje a San Ignacio Miní, que pintara un cuadro de la Inmaculada
Concepción, para el altar principal.
El hermoso cuadro en 1636,
misteriosamente exhudó agua desde la cintura hacia abajo, descartándose
fenómenos de condensación ambiental,
porque la abundancia de agua caía sobre los manteles del altar y el piso por lo
que los fieles comenzaron a absorver con
lienzos y algodones aquella exhudación del cuadro. Cada vez más llegaban los
curiosos y fieles a ver el fenómeno, los cuales en arranque de júbilo
comenzaron a batir las campanas de la Iglesia que no paraba de repicar, aquella
“llamada de campanas”.
Durante más de una hora no podían
contener tanta agua por lo que se labró un Acta del hecho con el Escribano del
Rey para dar testimonio al pueblo. Llegaron el Vicario y Juez Eclesiástico de
Santa Fé Cura Hernando Arias de Mansilla,
Don Alonso Fernandez Montiel Teniente
de Gobernador y Justicia Mayor, el General Don Juan de Garay (h) y
el Escribano del Rey Don Juan López de
Mendoza dándose cuenta desde ese día
y años sucesivos de las curaciones consideradas milagros de fe de Ntra. Sra. de
los Milagros. Siendo reconocido por Monseñor
Cristóbal Aresti, Obispo de la Diócesis de Asunción.
Las Inundaciones del río anegaban
buena parte de la ciudad motivando su traslado unas quince leguas al sur junto
al Río Paraná, la cual se realizó paulatinamente entre 1650 y 1660, además
completaban la situación el hecho de la frecuencia de los malones indígenas y
las plagas de langosta que sucedieron. Así fue abandonada Santa Fe la vieja y
se llamó a la nueva Santa Fé de la Vera Cruz. La verdadera Cruz, asunto que se
plantearon los cruzados de Tierra Santa, al punto que en la Edad Media, en
Europa, habían conforme Mac Nall Burns, madera de la Santa Cruz, suficiente
como para construir un barco, en uno de los templos de la Iglesia.
El Templo sobrio por fuera terminó de
construirse en 10 años, su hermoso retablo
del Altar Mayor fue construido en
Ntra Señora de Loreto en el Siglo XVIII.
El Colegio contiguo terminó de
construirse después de ser expulsados los Jesuitas, éste hecho generó mucho
malestar en la feligresía, que vió trasladarlos a pie y en carro hacia el
puerto de Buenos Aires con únicamente la ropa puesta. Los Jesuitas fueron
expulsados tanto de Portugal como de España, alarmado el Emperador por haber retado su explendente soberanía.
Fueron sustituidos por los Padres de la
Orden Mercedaria y en otros lugares por Franciscanos y aún Dominicos.
Iglesia Jesuítica de Ntra. Señora Milagrosa de Santa Fé de la Vera Cruz
El cuadro había comenzado a destilar agua de la cintura para abajo y recogida su agua con algodones parecen haber resultado milagroso en contacto con partes del cuerpo de los enfermos
Como la Iglesia no tenía Imagen central se le encargó al Pintor Jesuita que pintara un cuadro de la Virgen según la referencia bíblica de Inmaculada Concepción (Mujer vestida de sol con una corona de estrellas la luna bajo sus pies.
Imagen del Señor de la Paciencia
Hermano Figueroa
El señor Jesucristo en la Columna
Santa Teresa Sánchez de Avila
Puerta lateral lado interior
Iglesia Católica en la esquina a una cuadra de la anterior
La hora religiosa de la Fé no era propicia para la documentación histórica cultural y artística.
Herrajes de la Puerta principal
Túnel subfluvial de Paraná - Santa Fe