viernes, 12 de septiembre de 2014

La Piedra del Río San Juan

La Piedra del Rio San Juan

En Uruguay son innumerables los sitios con formaciones graníticas que tienen formas por demás caprichosas con semejanzas a figuras de animales prehistóricos o cabezas de personas y de monstruos, que dejan intersticios entre las rocas así formadas y cuevas que sirvieron de guaridas para los seres grandes y pequeños.

Son muchos en todo el territorio conocidos como Cueva del Tigre, recogidos en la nomenclatura de las cartas geográficas y en la memoria de los habitantes.

Desde el tigre diente de sable a los yaguaretés y son muchas las anécdotas de tigres que en la época colonial y de la patria vieja que fueron el terror de la comarca. Y allí en el habitat de los tigres y pumas también señoreaban los charrúas y hacia allí se desplazaban los matreros, los contrabandistas, "los mal entretenidos", los  revolucionarios, los perseguidos y desde allí hacían sus apariciones y se formaban los malones que irrumpían en la estancias y la periferia de los poblados.

Cuando publicamos "La Apertura Institucional del Uruguay", nos quedó retumbando en la memoria la existencia de una piedra conocida como Piedra de Artigas, cuya existencia había dado cuenta el historiador Setembrino Pereda, quien había dicho de su existencia como el lugar donde se encondió en su fuga  al desertar del ejército español cuando servía en la Colonia del Sacramento a fines de Enero de 1811, después de tener un incidente con el Brigadier Muesas.

Recordábamos, ya hace más de tres años, que Artigas había fugado hacia el Río San Juan, pero se nos traspapeló la cita y demás datos, por lo que tomé la carta respectiva 1: 100.000  de  la zona, y fui al Paso del Río San Juan donde ubicamos las huellas de los carros y carretas que subían desde el Paso.

Cruzar el Río San Juan por ese lugar y pasar por allí era una misma cosa obligada, por tanto parecía no haber duda, que si acampó en aquél lugar en la altura, la piedra que allí había era la llamada piedra de Artigas, pero entonces era piedra de Artigas, Hortiguera y del otro fugado, el padre José María Enrique Peña, aunque no recordábamos más referencia de la misma, sin duda era un Asiento de Piedra de todos los carreros de tránsito, de la Colonia al Palo Solo, o a Las Vacas o a La Calera de las Huérfanas y Capilla de Narbona, o a la Estancia de Lavalleja hacia las Puntas de las Vacas,


EL RIO SAN JUAN









 CAMINO VIEJO AL PASO DEL RIO SAN JUAN


HUELLA DE LOS CARROS EN LA ALTURA


SENDERO AL PASO 



SENDERO HACIA EL RIO SAN JUAN




 PASO DE PIEDRAS  Y EROSIÓN DE LA SENDA


 HACIA ABAJO A LA DERECHA PEQUEÑA PLAYA DE ARENA










HUELLA HONDONADA DEL CAMINO

 ASIENTO DE PIEDRA









No había duda, que quien acampara de este lado, controlaba el tránsito que venía del Sur, gente armada, soldados en persecución de desertores, etc. y éste lugar era propicio para hacer un fogón  a su frente, clavar un asador poner la caldera al fuego y tomarse unos mates. Pero esta no era la llamada Piedra de Artigas sino una piedra que está ahí desde la época de los indios de una tribu de unos 600 hombres que vió el navegante portugués Pero López en 1,532 en la desembocadura del Río San Juan, que denominó Beguá. Pues no es de extrañar que en esta piedra se sentara el cacique Beguá.

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